La Cabalgata resultó muy larga y pesada y hacía mucho calor. ¡Menos mal que habíamos estrenado los sombreros blancos, que evitaron mas de una insolación!. Sobre todo a los que ya no tienen mucho pelo.Por cierto, los polos blancos fueron todo un éxito; a la gente le gustó mucho vernos tan uniformaditos. A las 12 ya estábamos en el sitio de costumbre y no llegamos a la Plaza de Aragón hasta mas de las 14:30. Nuestro miembro mas pequeño, Vicente, ya no podía ni con el saxofón. Por otra parte, al colocarnos tan cerca de la comparsa "Sugarri" teníamos que ir turnándonos para tocar. Creo que tendría que haber mas distancia entre unos y otros (aunque por otra parte, cuando ellos tocaban, nosotros podíamos descansar).
Por la tarde, para el concierto, los empleados del Ayuntamiento había seguido las instrucciones de Paco y nos habían colocado en el mejor lugar de la Plaza Julieta, como ya comprobamos el año pasado, ya que allí nos da todo el tiempo la sombra y la torre con hiedra que tenemos detrás evita que el sonido se pierda. Como siempre, el lleno fue total y el público no se fue hasta que vio que recogíamos los atriles y eso que el Coso Blanco ya había empezado. Aunque el repertorio tenía varias de las obras que habíamos tocado en San Ramón, los pasadobles toreros que incorporamos y, sobre todo, el Fort Smith le dio un aire de novedad. Esta obra gustó muchísimo y, a pesar del miedo que teníamos, salió bastante bien.
Paco presentó a los dos nuevos miembros: Raul y Vicente. Algunos pensaban que también habría que haber presentado a Elsa, ya que lleva siete años sin tocar con nosotros, pero yo creo que ella no es nueva, sino un miembro recuperado. Si creéis que se debe resaltar, algo que no me parece mal, creo que el momento ideal es en el concierto de Santa Cecilia, cuando se dan los diplomas a los nuevos miembros ¿que opinais?.
El Director nos dejó epatados con la clase magistral de historia que nos dio cuando anunció el Fort Smith. Siempre es muy didáctico, pero esta vez nos sorprendió hasta a nosotros.
Si algo cambiaría de estos conciertos es la excesiva proximidad de las sillas del público. (Como ejemplo, os contaré que yo le dí a mi hermana el boquillero del clarinete y el afinador, para que me lo guardase, sólo alargando el brazo). Creo que la distancia tendría que ser la que quede después de quitar las dos primeras filas, como poco. Nosotros no tocamos con comodidad y el público no puede captar el sonido global, con la calidad necesaria.
Por la noche, como solemos hacer, nos fuimos de cena, a la que estuve a punto de no ir, porque era un poco tardía y el cansancio por poco puede conmigo antes (eso, y que ya sabéis que no soy muy noctámbula). Cenamos en el Pirineos y todo salió muy bien. Tuvimos sitio para todos, a pesar de alguna incorporación de última hora y el servicio fue rápido y atento. Como también sabéis "que no me gusta nada hablar", acabé afónica. Hoy no podría cantar ópera (otros días tampoco, ¡claro!, que no sé).
Si los vaticinios meteorológicos no se cumplen, y el día 8 no llueve, tenemos que estar a las 17:15 junto a la Plaza de Toros, por la parte de la calle de La Taurina. (Donde siempre, pero para que los nuevos no se equivoquen). Con el polo blanco, el sombrero y el pañuelo de las fiestas. (En cuanto al pañuelo, los que lleven el de la Banda que no se lo olviden, ya que después de los toros, los recogeremos). De todas las formas, aunque lloviese y suspendieran la corrida, nos veríamos igual porque ya sabéis que nosotros terminamos las fiestas con una merienda. Si no podemos merendar en los pasillos de la Plaza de Toros, ya nos buscaremos otro lugar para hacerlo.
Como siempre, si alguno cree que me he dejado algo, que haga un esfuercillo y lo ponga.
Mañana, día 6, nuestros chicos de la FunBand acompañarán con su música a los Gigantes y Cabezudos.Estos son ellos, el año pasado, ya que repiten (lo que prueba que lo hicieron muy bien).
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