ESTUPENDO DÍA AGOTADOR

Tenía la pequeña esperanza de que alguien hubiese escrito la crónica de ayer, pero ya veo que no, ¡vagos, que sois unos vagos!. Empecé a escribirla anoche al llegar a casa pero, como sabía que sería larga, me dio un poco de pereza.

El día empezó muy pronto, con el desayuno de los músicos y acompañantes de Aibar (Navarra, no Valencia ni Guipuzcoa, como han dicho en diferentes medios). Venían con un hambre tremenda, ya que tuvimos que hacer otra tanda de bocadillos porque se acabaron enseguida (además de bollería, café, leche, batidos, zumos etc). Mientras ellos hacían un pequeño recorrido con Alfredo y Javier por el casco antíguo, nosotros ensayamos un poquito (muy poquito) las piezas del pasacalles. Cuando volvieron, salimos a tocar una Banda detrás de la otra, con parada en la Plaza del Mercado y terminando el recorrido en el Coso. La gente que nos encontrábamos estaba encantada. Después, algunos nos fuimos con ellos a comer al restaurante Mi Casa donde pudimos comprobar que eran muy simpáticos y abiertos.

Por la tarde, a las 6, empezamos a preparar, unos la merienda y otros el escenario, contando, esta vez sí, con bastante ayuda. ¡Gracias a todos! Los familiares de Javier, que nos ayudan desde hace varios años nos facilitan mucho las cosas ya que, en cuanto terminaron de ensayar los de Aibar, lo hicimos nosotros, dejando los preparativos para ellos solos. Como siempre, siento mucho decir, que alguno hizo caso omiso de lo del ensayo y se presentó casi a la hora del concierto. Ya se ha convertido en una costumbre, que unida a los fallos incomprensibles en partituras que nos tenían que salir casi solas, pusieron al "boss" al borde de un ataque de nervios. No se que me impresiona mas, si cuando se cabrea muchísimo o cuando da la impresión de que se rinde y dice."vale, haced lo que queráis, que salga lo que dios quiera". Lo que sí está claro es que vamos a tener que hacer una reunión de músicos, muy seria, en la que planteemos unas cuantas cosas fundamentales, porque si seguimos así, llegando tan justitos a los conciertos, algún día nos hundiremos con todo el equipo y toda la buena imagen que nos hemos creado se acabará.

El concierto de la Banda de Aibar, me gustó mucho. Un poco largo para tener que ocupar sólo la primera parte, pero suenan francamente bien. (Claro que me contaron que el que falta a un 15% de los ensayos, no puede asistir a los conciertos y que lo llevan a rajatabla). Yo creo que eso es un poco estricto, pero un término medio estaría bien. Lo único que garantiza un buen concierto son los muchos ensayos (de todos, no de unos cuantos y que otros aparezcan sólo a los conciertos o un par de días antes).

Del nuestro ¿que queréis que os diga?, no estuvo mal, pero tampoco nos salió bien. Hubo varios fallos (alguno muy notable), pero espero verlo en Canal 25 para poder hacerme una idea mas exacta del resultdo. El público estaba contento, pero ya veremos....

El acto de entregas varias, estuvo muy bien. Los diplomas a los nuevos músicos fueron un motivo de enorme alegría, ya que fueron ocho. Y el Diapasón de Honor, para Marga fue muy emocionante. Ella no se lo esperaba y me dijo que, menos mal que no le dijimos que dijese unas palabras, porque no hubiese podido, ya que bastante tenía con contener las lágrimas. La carta de su hijo Gabi, que tuve el honor de leer, emocionó a toda la sala (yo tuve que hacer esfuerzos para mantener el tipo), pero me contaron que bastantes personas lloraron.

Tras las dos piezas que tocamos las dos bandas juntas, y que creo que sonaron muy bien, el pica-pica. El ambiente era excelente, los de Aibar estaban encantados y me decían una y otra vez, lo bien que les habíamos tratado y la entrega de los Premios Diapasón 2011 fueron muy divertidos. La cara de los que los reciben, cuando empiezan a darse cuenta de que están hablando de ellos, es para foto. Alfredo se curra los textos cada año. En este, fueron Sergio Torres, Julia Garde y Narayana Fernández.

Tambien fue la presentación de la FunBanda, pero como no puedo estarme mas, por ahora, y creo que esto merece un capítulo aparte, lo dejaré para una entrada posterior (hoy mismo, os lo prometo). Además así no se os hace tan pesado leer estos testamentos. Voy a tener que hacerlo por entregas como los culebrones.

¡Hasta luego!.