CENA DE SANTA CECILIA

Estoy intentando colgar los dos vídeos que gravé en la cena (la carrera de caballos y los bailes del final) pero, por ahora, no he podido, así que pondré la crónica y lo demás lo dejare para mas tarde. El primer problema se dio cuando nos sentamos ya que faltaban varias sillas. Al final, pasó lo que dije que no debería pasar: que fue mas gente de la que estaba apuntada. Todos estamos encantados de que venga la mayor parte de los músicos y familias pero ¿tan difícil es decirlo antes? A los del Gran Hotel los teníamos de los nervios. Por otra parte, algunos de los pequeños, que habían pedido menú de adulto, cuando sirvieron se quedaron con el de niño y, por lo tanto, algún adulto que había pedido de niño se tuvo que conformar con lo que le quedó.

Una vez superados estos escollos, la cena transcurrió divinamente. Con muchas risas y buena conversación.

¡Y llegó el momento estrella!!!.. EL AMIGO INVISIBLE.

Hacia tiempo que no me reía tanto. La mayoría de las notas estaban muy trabajadas y se vio que habíais agudizado el ingenio. Leyla, Sergio, Alba y Ana ejercieron de maestros de ceremonias, teniendo que hacer de altavoz para los que leían muy bajito. (Memorable el momento en que el que recibía el regalo leía la nota, Sergio lo contaba en voz alta y Leyla lo traducía a un idioma sin determinar, pero que todas sus palabras acababan en é).

Unos regalos eran mas serios, otros mas bromistas y otros (se notaba que eran de los nuevos músicos) con una pequeña dedicatoria e incluso alguno sin nota. No importa, para el año que viene ya se lo han aprendido.

Y aquí viene el segundo punto negativo de la noche: Hubo mas personas que recibieron regalo, que las que lo hicieron, por lo tanto faltaron algunos. De los que estábamos allí, a dos. Uno se solucionó, pero yo me quedé sin el mío. Quiero dejar muy claro que prefiero haber sido yo, a que le pasase a uno de los pequeños, pues le habría sido muy difícil entenderlo. Por mi parte lo siento, pero no por el regalo, sino por la nota (es lo que mas me gusta de este "amigo invisible" que hacemos nosotros). Y tampoco vi que se sacara el regalo para Paco, que aunque él no estaba sí que hizo el suyo,(además se notó mucho a quién. No sabe disimular muy bien).

Al final, los chicos pusieron música y estuvieron bailando un poco. Poquito rato, porque como la cosa se había alargado bastante nos echaban del restaurante.

Como resumen diré que fue un día, casi, perfecto. Lo de Sara en TV, por la mañana, por la tarde el partido de fútbol y por la noche la cena.

Como siempre, quiero recordar que si me he dejado algo, lo pongáis, pues no solo me tiembla el pulso haciendo fotos, sino que me falla la memoria de vez en cuando. (Lo de las fotos movidas, para que se vean en el blog, en pequeño, sirven, pero no para descargarlas, pues están borrosas.) Sara me dice que ¡si, si!.. que me tiemblan las manos...., ¡el vino que tomé en la cena!. Pero es que ella es así de mala y no respeta nada las canas.