Por fin me ha pasado Alfredo las fechas de los cumpleaños de todos los músicos para que pueda felicitaros desde el blog. Sólo faltan los de tres; dos de ellos creo que no leen esto, pero otro sí, así que: Gabriel Torrente dime la fecha de tu cumpleaños en el próximo ensayo o te quedarás sin felicitación y sin el regalo (en foto solamente) que suelo hacer.
Estoy totalmente deprimida: sólo cinco músicos de los que actualmente estamos en la Banda son mas mayores que yo. A otro mas sólo le saco un mes, pero soy la sexta mas anciana. Creo que me meteré debajo de la cama por un rato, ya saldré cuando se me pase el soponcio.
¡Pues ya he salido de mi cubículo, y para animarme me he tocado enterito el Concierto para Clarinete en La mayor, de Mozart!. No pretendo tocarlo como Julien Bliss o Sabine Meyer pero, como sólo me escucho yo (y mi madre, que todo lo que toco le parece estupendo) y, por supuesto, no voy a dar ningún concierto en público, ha servido para subirme la moral, aunque se me hayan quedado las manos agarrotadas y el labio como el de un masai. Lo siento por los psiquiatras y la industria farmaceútica, pero la música es el mejor antidepresivo que existe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario