Yo también siento mucho que se quedaran padres sin cenar, de hecho creo que se tendrían que haber quedado y hubiésemos compartido lo que teníamos, sin necesidad de añadir mas raciones (solo sillas), de hecho yo ni toqué el 2º plato e imagino que a otros les pasaría lo mismo.
Lo de quedarnos cortos en el número de comensales fue por la insistencia (terriblemente insistente, con dos y mas llamadas diarias) de que dijéramos un número exacto, haciendo mucho incapié en que no dijéramos mas de los que íbamos a ir para que no sobrase. Hasta el jueves al mediodia no confirmamos el número de asistentes y si dijimos 40 0 45 fue porque en el ensayo del martes hicimos un recuento a mano alzada y no salieron ni 30. Cuando ocurra algo parecido habría que hacer llegar a los padres de los mas pequeños un mensaje (ya que no todos leen el blog,) porque, como es habitual, los niños no habían comentado nada en su casa de lo de la cena, y les fui informando yo cuando me encontraba con alguno de sus padres. Considero que ellos son casi tan importantes como los músicos, ya que gracias a su esfuerzo e interés en traer y llevar a sus hijos la Banda puede ir creciendo.
Para compensar, en el próximo picoteo que demos nosotros tendrán una croqueta extra de premio. (Y aquí añadiré je, je, porque parece que no todo el mundo capta cuando estoy de broma).
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