Ayer, 22 de noviembre, celebramos Santa Cecilia, la fiesta
de todos los que amamos la música, como intérpretes y/o “disfrutantes”. Empezamos, la noche del sábado, con una cena en El Flor, muy concurrida, ya que estuvimos 50 personas. En estos
casos, lo de menos es la comida en sí, sino la compañía, la conversación, las
risas y la amistad.
Y al día siguiente, el fin de los que nos dedicamos a esto:
el concierto. El momento de compartir con la gente lo que tanto esfuerzo,
sudores y también satisfacciones nos ha costado preparar.
En esta ocasión todas las obras del repertorio eran nuevas, a
excepción de “Sueño de Fantasía” de nuestro querido Alberto (obra que, como
comentaba ayer con el director y otros músicos de la Banda, a medida que la
toco cada vez me gusta mas y él decía que era porque la sentimos como nuestra y
la hemos interiorizado).
Este repertorio gustó muchísimo. El público (mucho a pesar
de ser domingo y del frío que hacía), disfrutó un montón y, aunque no teníamos
previsto hacer bis, para no alargar demasiado el concierto, tuvimos que repetir
Las Leandras porque si no se quedaban en sus asientos. En esta ocasión, espontáneamente,
nos acompañaron con palmas, lo que da idea de lo entregados que estaban. Algunos
también me dijeron que habían cantado la conocida letra de Los Nardos, mientras
tocábamos.
Quiero decir que estoy muy orgullosa de esta Banda; y de
que, aunque hace unas semanas desde la Junta nos planteábamos la posibilidad de
suspenderlo, debido a la falta de ensayos por el accidente del Director, hemos
sabido poner todo de nuestra parte y cumplir como campeones con el compromiso
adquirido con el público de Barbastro, que espera este concierto, cada año. También
Paco (por algo es el “boss”) se merece un reconocimiento extra. Recuperarse
(mas o menos) de su seria lesión y preparar el concierto en tan poco tiempo es
prueba de su profesionalidad.
Como siempre en este día, se dieron los Diplomas a los nuevos
miembros de la Banda, que esta ocasión fueron cuatro: Luis Rodríguez,
clarinete, Mikel Legasa, clarinete, Ignacio Badel, percusión y Lucas Sampietro,
saxofón alto (para quien también fue su primer concierto). Un abrazo para
Antonio Sampietro que ahora sabe lo que llena de orgullo tener un hijo tocando
en la misma Banda (y ya somos varios en la misma situación).
¡¡¡Y el Diapasón de Honor es!!! Para Angel Lorente, nuestro
ángel de la guarda particular durante muchos años y al que seguimos
considerando uno mas de la Banda. Un premio muy merecido.
Llegados a este punto quiero agradecer, todavía mas que
otras veces, el esfuerzo y trabajo de los familiares de los músicos, que
estuvieron preparando todo el picoteo y atendiendo a la gente, una vez
terminada la actuación, ya que los músicos, al ser el concierto a las 7 en vez
de a las 8, como suele ser, tuvimos que hacer un último ensayo a las 6, lo que
hizo que apenas ayudáramos. Por suerte tenemos una gente estupenda que sabe
hacer las cosas perfectamente y todo estuvo maravillosamente atendido. ¡Gracias,
gracias!.
Como siempre, durante la celebración posterior al concierto, se entregaron nuestros divertidos Diapasones del año, elaborados por Juan Sanz , y proporcionados por Fran Caracciolo y con texto original, divertido y muy personalizado de Alfredo Ordás. Fueron para Ricardo Vidal y para Juan Cancer, pero esto ya lo pondrá Alfredo, de forma mas extensa, como suele hacer cada año.
Como siempre, durante la celebración posterior al concierto, se entregaron nuestros divertidos Diapasones del año, elaborados por Juan Sanz , y proporcionados por Fran Caracciolo y con texto original, divertido y muy personalizado de Alfredo Ordás. Fueron para Ricardo Vidal y para Juan Cancer, pero esto ya lo pondrá Alfredo, de forma mas extensa, como suele hacer cada año.
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