Creo que, a tenor
de comentarios de espectadores y músicos, el concierto de ayer quedó bastante
bien. Todos coincidían en que el repertorio era muy acertado y ameno (sobre
todo la Malagueña gustó muchísimo. A mí la primera, y eso que le tenía
auténtico terror (por el miedo a meter la pata). El mérito se debe al trabajo
en equipo entre el Director, en su elección y dirección, y los músicos, en su
interpretación y esfuerzo por mejorar.
Ya el ensayo de
la mañana salió muy bien, tanto que Paco, del que todos conocemos su
perfeccionismo, en vez de decir una vez que otra –“¿lo quitamos del programa?.
Si va a salir así, no lo tocamos”, comentó varias veces:-“lo compramos. Si sale
así esta tarde, estaré muy contento”-.
Por la tarde se
vio que ese vaticinio agorero que dice que cuanto mejor salga el ensayo
general, peor saldrá el concierto, y viceversa, es falso.
El auditorio,
como siempre en nuestros conciertos, estaba lleno y nos aplaudieron mucho.
Auque nosotros solemos tocar de un tirón, esta vez hicimos un descanso y a la
vuelta de él, se entregaron los Diplomas a los nuevos músicos de 2013 (bueno,
Pablo ya lleva dos años mas con nosotros, pero por diversas circunstancias,
como tener un brazo escayolado y otros motivos, no se lo habíamos podido
entregar.
También, y así
mismo con un año de retraso, se le entregó el Dipasón de Honor a Javier Pérez,
por su labor en la Dirección de la Asociación de Amigos de la Banda de Música,
desde su fundación en 1.998. Él lo agradeció con una emocionadas palabras.
Al terminar el
concierto, tras el correspondiente “bis” (por cierto ahí si que tenemos que hacérnoslo
mirar, que los bises los tenemos un tanto atravesados), pasamos a la Sala
Multiusos (también llamada cámara frigorífica) en la que, gracias al calor
humano, las ganas de estar juntos y la música de la FunBand, que nos deleitaron
con su nuevo repertorio, pudimos sobrellevarlo dignamente. Después de reponer
fuerzas, se entregaron los “Diapasones del año” que en este, fueron para Jesús,
Miguel y David, y cuyo texto pondré en otra entrada, cuando me los pase Alfredo
que es el encargado de escribirlos, junto con Juan, que los manufactura. (O
mejor, que los ponga él, que para eso es el administrador de este blog).
Tanto a la hora
de preparar la merienda, como a la de consumirla, el trabajo fue compartido por
músicos, padres y hermanos (la mía en concreto cambió un estupendo fin de
semana en la Cerdanya, por echar una mano y ¡por supuesto! asistir al
concierto).
Bueno, al final,
no de forma tan extensa como el comentario borrado, pero creo que he puesto
todo lo importante. Si me he dejado algo, como os digo siempre, añadidlo, que
se agradecerá.
Acabo de puntear
la lista de músicos y estuvimos 39. Con las faltas, completamente justificadas,
de Angel, Julia y Arancha, por hablar de los habituales (los esporádicos van
aparte).
En cuanto a los
próximos ensayos, puede que haya algún cambio (excepcional, no para siempre),
así que estad atentos al blog, que los pondré cuando lo sepa.
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