El día de después

Ayer fue un día muy completo para la Banda.
El Pasacalles empezó tarde y discurrió muy lento, por lo que acabamos cerca de las 3 de la tarde. Además pasamos calor, pues aunque la mañana había empezado fresquita, al final el sol picaba de lo lindo. Creo que el "Estando contigo" fue un acierto, pues cada vez que lo tocábamos, la gente nos aplaudía mucho y se veía que les gustaba.

En este punto, quiero pedir disculpas a los que estuvieron pendientes del blog para ver la hora a la que había que estar en la Plaza Julieta, pero cuando llegué a casa, mis obligaciones de ama de casa me hicieron olvidar que había prometido ponerla.
Cuando llegamos allí nos habían colocado las sillas y las tarimas de la percusión en la misma posición que otros años, a pesar de que se había pedido que lo pusieran delante de la torre de la hiedra, así que, por iniciativa de Alfredo, lo cambiamos nosotros. Y está claro que fue un acierto. Nos escuchábamos perfectamente unos a otros sin que el sonido se dispersase, lo que hizo que tocáramos con comodidad y disfrutando con ello, y la gente quedó encantada.
La plaza estaba completamente llena y el concierto gustó muchísimo, como se notó en que, a pesar de que ya había empezado el Coso Blando, tuvimos que hacer un "bis" y al terminarlo, si no nos levantamos nosotros para irnos, la gente hubiese seguido allí. (Lo de Coso Blando ha sido un lapsus calami, pero me gusta y no lo corrijo)

A las 10 de la noche volvíamos a encontrarnos para cenar en San Julián, previo paso por nuestros hogares para "maquearnos". La cena estuvo bien, aunque no se porqué tardaron tanto en servir el primer plato, contando con que  les habíamos dicho que mejor a las 10 que a las 9:30 que era la hora inicial, y que éramos los únicos clientes del restaurante y el menú ya estaba elegido, pero ¡bueno! cómo la compañía era excelente y el ambiente inmejorable, la noche se hizo corta.

Como "fin de fiesta", los de la FunBand nombraron dos Funbanderos de Honor (en próximos años nombrarán uno, pero este hicieron una excepción por ser el primero, y por si acaso se acaba el mundo el 21 de diciembre, según la profecía maya), que recayeron en Antonio Sampietro (Sampi) y Francisco Carraciolo (Fran), a los que impusieron sendas bandas de color azul, cual bellas Damas de Fiestas, y dos escarapelas, como las divisas que les ponen a los toros de lidia, y que tienen la obligación de llevar siempre que haya celebraciones tanto suyas como de la Banda. (¡Ah! y una foto de grupo para cada uno). Me encanta ese ambiente que se respira entre los chicos de la Fun, lo bien que se lo pasan y la imaginación que gastan. (Me parece oír a Sara diciendo: ¡Ya se ha puesto cursi mi madre!).
Mañana, día 6, serán la comparsa acompañante de los Gigantes y Cabezudos.

Y nuestro próximo encuentro será en los toros del día 8. Ya pondré la hora a la que tenemos que estar en la puerta de la plaza (prometo que esta vez sí lo haré).  Al finalizar, merienda. Y después unos días de descanso.(Yo antes tengo una cita con Alfredo, pero que Mª José esté tranquila, que es para la Ofrenda de flores en nombre de la Banda).(¡Ah! Y tengo otra con Angel, tú también tranquila Julia, el día 7 para comprar las viandas de la merienda) ¡Qué barbaridad, tengo mi carnet de baile lleno de citas! Je, je.

Aquí os dejo unas fotos de la FunBand, pidiendo perdón por ser tan gansos y en el Barrio de San Joaquín (en la primera faltan Manu, Gabi y Lucas,  y en la segunda no se ve a Fran, aunque estar, estaba y falta Oscar).