Una vez acabado el atareado fin de semana en Boltaña, intentaré hacer un resumen de esta primera vez que hemos tocado las Bandas de Fraga y Barbastro, juntas.

El sábado, a las 10 de la mañana y una vez terminada la partida de Tetris con la percusión y los equipajes, en el maletero del autobús (los que conocen este juego, sabrán de que hablo) y para los que no, diré que consiste en ir encajando piezas irregulares, hasta completar una superficie sin que quede ningún hueco) salimos hace Boltaña. Allí descargamos todo y lo dejamos en el hall del Centro de Congresos, porque el escenario estaba ocupado por algunos de los artistas del espectáculo que había a las 8 de la tarde (en concreto los cantantes) pero cuando hicieron lo mismo los de Fraga, vimos que las puertas se iban a quedar abiertas por lo que tuvimos que volver a mover todo al fondo del pasillo, donde quedaría protegido por un biombo (y una cámara de seguridad). De allí al Residencia, para dejar maletas y asignar habitaciones. Esto supuso un cierto problema y algunos descontentos, ya que sólo contábamos con cuatro habitaciones de catorce camas y dos de cuatro, repartidos en dos plantas iguales.
A las 12,  previa colocación en el escenario de percusión, sillas y atriles nos fuimos a comer a un merendero un poco alejado del pueblo, en un sitio precioso, como se verá en las fotos que pondré al final. Después de la comida, algunos jugaron un partido de fútbol y otros estuvimos de conversación de sobremesa y confraternización con los de Fraga.
A las 3, de vuelta al Centro de Congresos para hacer un ensayo hasta las 5, hora a la que necesitaban el escenario los bailarines de la tarde, por lo que al terminar, tuvimos que bajar  todo, de nuevo, al rincón del biombo.
Tiempo libre, por la tarde, que aprovechamos para hablar, tomar café, pasear por el monte (Boltaña está rodeada de un paisaje maravilloso) (fotos, también al final) y encontrar UN champiñón silvestre, como toda cosecha setera.
A las 8 nos fuimos al teatro, dónde el grupo de teatro/danza del IES Pablo Ruiz Picasso de Barcelona, representaron, a partir de una coreografía de baile y música, la inmigración que recibió esta ciudad entre los años 1940/65, procedentes de otras regiones de España. A pesar de que resultó un "pelín" largo, personalmente me gustó mucho y los chicos bailaron de maravilla (aunque el sonido era excesivamente fuerte, para mis sensibles oídos).
Tras quince minutos de descanso, la segunda parte correspondió a la audición musical a cargo del tenor y pianista Antonio Comas y la mezzosoprano Claudia Schneider, con un montaje particular según una idea original del mismo Antonio Comas.. El final de este montaje, resultó divertido para algunos y un tanto escandaloso para otros. (Yo me encuentro entre los primeros).
Como el espectáculo fue largo, llegamos a cenar a una hora muy tardía, por lo que acabábamos pasada la 1 de la madrugada, con lo que nuestro idea original de quedarnos allí con algo de música, quedó olvidada y nos retiramos a dormir.
Bueeenooo, dormir, dormir, no se durmió mucho. Hubo ruido, bulla, conversaciones y risas altas, ruidos fuertes al cerrar la puertas...y cosas así. Cómo yo no suelo dormir mucho, ya estoy acostumbrada y creo que la cosa no fue demasiado grave, dada la edad media de los que allí estábamos y lo dejaré aquí. Se que hay quien no opina lo mismo y están realmente enfadados, pero como no me identifico con esa postura y esto es un blog abierto a todos,  lo mejor sería que expusieran su punto de vista. Yo dejo el tema zanjado, por mi parte.
Por la mañana desayunamos todos juntos. Unos con peor cara que otros y, después de dejar el equipaje recogido, volvimos al Centro de Congresos para hacer otro ensayo...tras volver a colocar todo, otra vez, en el escenario. Este ensayo duró hasta las 12:10 y el concierto/ensayo abierto al público, empezó a las 12:30, por lo que sólo dio tiempo para cambiarse de ropa, los que no lo habían hecho antes, y poco mas.
En cuanto a esta actuación, yo creo que, para ser que estos días han sido los primeros que hemos tocado juntos y que, aunque compartimos repertorio, llevamos un ritmo distinto (por ejemplo: ellos han tocado mucho mas que nosotros Chimo y nosotros Piratas, que nunca habían tocado completo) resultó francamente bien, estuvimos cómodos y, a mi parecer, sonamos como una sola Banda, que es el fin último que se pretende, de cara a los conciertos del 10 de octubre en Fraga y el 29 de noviembre en Barbastro.
Por la mañana habían llegado los que no pudieron el sábado, por lo que llenábamos completamente el escenario (y eso que las dos Bandas estuvimos al 50% de miembros), pero cuando estemos todos, creo que será francamente espectacular.).
Después de comer y ultimar los últimos detalles, cada Banda se volvió a su ciudad, satisfechos por esta colaboración. Nosotros tuvimos que esperar un poco mas, en primer lugar porque a nuestro conductor (que no era el mismo que el que nos llevó) le habían informado mal y se fue a recogernos a otro sitio, y después,. cuando estábamos cargando los timbales, nos cayó un auténtico diluvio, por lo que tuvimos que retrasarlo y llegábamos al local alrededor de las 6.
Por cierto, como casi todo el mundo se volvió en coches particulares, la carga y descarga recayó en poquísima gente. Por ejemplo, no había ningún percusionista. (Hay casos como el de Alberto, que se tenía que ir a Zaragoza y se bajó antes, o alguno que ni siquiera pudo quedarse a comer, que están totalmente excusados, pero los demás tienen que pensar, que aunque los demás echemos una mano siempre, ellos son los que tienen que estar ahí.. En este caso porque, además, y con todo el cansancio que llevábamos encima, el autobús tuvo que quedarse en la Avda. del Cinca, delante del Kafka y tuvimos que llevarlo hasta el local, haciendo varios viajes.
Y hasta aquí, mi crónica, que ha quedado un poco larga.