Siento haber tardado tanto a contar la crónica del sábado, pero los principios de semana de este curso me dejan muy poco tiempo libre.
Por la mañana dejamos un poco preparada la sala que utilizamos de almacén y que nos iba a servir para recibir a los de Monzón, después del concierto. Nuestros jóvenes vecinos de local (la Asociación de la Tercera Edad) nos prestaron amablemente unas mesas y nos dejaban también, si lo necesitábamos, una de sus salas, pero por comodidad, para ellos y para nosotros, preferimos probar a hacerlo en lo nuestro.
Además de ir preparando todo para el picoteo, también hubo que trasladar al Centro de Congresos la percusión, los atriles y lo demás que nos habían pedido lo de La Lira. Menos mal que los de la FunBand estaban ensayando y dejaron de hacerlo antes de lo habitual, para poder hacer el traslado.
A las seis y, después de una petición urgente de ayuda, ya que uno del tandem del cátering comunicó que no podría estar por la tarde por un compromiso familiar, pudimos dejar todo casi a punto. Siempre somos los mismos, tanto músicos, como familiares, y es un pena, porque los Sábados de Banda nos pertenecen a todos, no sólo a unos cuantos. Pero el desinterés de muchos de los músicos es total, parece como si no fuera con ellos. De hecho, ni siquiera acuden a los conciertos de las Bandas invitadas, algo, que permitidme que os lo diga, no me cabe en la cabeza.
El concierto estuvo muy bien, con un repertorio variado, muy en la línea a la que nos tiene acostumbrados Luis Diaz, el Director de La Lira y con cincuenta músicos en el escenario, con colaboraciones de músicos de las Bandas de Graus y de Binefar.
En cuanto al capítulo merienda, como siempre, todo salió perfecto; incluso mejor que otras veces. Hay gente con la que siempre se puede contar, que no necesita que se les diga nada porque se presentan sin llamarlos y que, en cuanto llegan, hacen las cosas sin necesitar indicaciones y con una total efectividad. ¿que sería de mí, en particular, sin ellos?. Son unos cuantos músicos, sobre todo jóvenes y varios padres y madres, que no sólo solucionan cualquier problema, sino que lo hacen con un humor excelente y en un ambiente divertido.
Antes de que en el concierto sonase el "bis" yo me volví al local para esperar la llegada de los productos calientes que nos traían desde la nueva empresa que probamos y cuyos productos gustaron mucho. Los de Monzón nos expresaron, al marcharse, lo bien que les habíamos atendido y lo contentos que se iban. Me alegro mucho, ya que esa era nuestra intención. Gracias a todos los que lo hicisteis posible.
Aunque al principio teníamos dudas, al final el local resulto suficiente para albergar a tanta gente. Seguramente también lo hagamos allí en el próximo Sábado de Banda, que ya anuncio que llega pronto, ya que ha habido que adelantarlo por un compromiso anterior del Auditorio del Centro de Congresos y será dentro de tres semanas (el 18 de octubre), por lo que os pediría encarecidamente que vayáis reservando ese sábado. Además esa semana es de suponer que tengamos ensayo normal, por la mañana, por lo que dispondremos de menos tiempo para prepararlo todo; no como éste que, como Paco tenía concierto en Lleida con la Banda de Fraga (y la colaboración de cuatro músicos de la nuestra), dispusimos también de la mañana para hacer cosas.
Para el del 29 de noviembre, tendremos que utilizar el Multiusos del Centro de Congresos, ya que es imposible que se metan las 200 personas (mas o menos) que esperamos para entonces.

Bueno, nos vemos mañana en el ensayo. Recordad que se están repartiendo partituras nuevas. (Pero no os dejéis en casa las demás).