HIMNO A LA MUY NOBLE Y LEAL CIUDAD DE BARBASTRO

                                                  Ciñamos nuestra frente con ramas de laurel.

Las glorias de Barbastro cantemos a la vez.

Y haremos defenderla, morir si es menester.

Honor le demos siempre, la cuna nuestra es.

Fue Barbastro la cuna querida que nacer en la tierra nos vio.

Era cuna inmortal que la gloria con sus rayos fulgentes ciñó,

que la brisa del alto Pirineo con aromas de flores bisó,

que el murmullo del Vero cantando con sus ondas de plata arrulló,

que la luz de la aurora fulgente con sus rayos de nácar pintó,

que el azul de sus cielos sin manchar de hermosura impar rodeó.

Es la cuna de genios ilustres, que extasiada la tierra admiró,

cuyos nombres la fama doquiera con su trompa inmortal pregonó.

Es la cuna de insignes guerreros, de Ricardos de aquel que venció,

donde quiera que puso su planta y su acero invencible blandió.

Es la cuna fecunda de ingenios, de Argensolas que el habla español

de Aragón a Castilla llevaron y que Lope de Vega aplaudió.

Es la cuna fecunda de ingenios, de Argensolas que el habla español

de Aragón a Castilla llevaron y que Lope de Vega aplaudió.

Es la cuna de ilustres prelados, de hombres sabios que el mundo admiró,

que en el templo mortal de la fama para siempre vivir colocó.

Es la cuna de ilustres prelados, de hombres sabios que el mundo admiró,

que en el templo mortal de la fama para siempre vivir colocó.

Para siempre vivir colocó.

Es la cuna más llena de encanto donde aún suena la hermosa canción,

que al nacer nos cantó nuestra madre que con besos sonoros formó.

Es sepulcro también sacrosanto que ha sellado del alma el amor,

do reposan sagradas cenizas con la cruz donde Cristo murió.

Con la sangre que está en nuestras venas, defenderla juremos por Dios.

Por Barbastro la hacienda y la vida.

A Barbastro gran prez y loor. A Barbastro gran prez y loor, y loor.

Letra del profesor escolapio  D. Vicente Melga