Ayer recordé una anécdota que nos ocurrió en el viaje a Aibar:
Creo que fue en Ejea de los Caballeros (si no es así, corregidme) cuando vimos (me parece que fue Betorz el primero que se dio cuenta) que a un chico que salía de un cajero se le caía un billete del bolsillo del pantalón. El autobús paró unos metros mas adelante y yo me bajé corriendo, lo recogí y se lo di. ¡Tendríais que haber visto la cara de extrañeza que puso!. Era de cinco euros, pero podía haber sido de cualquier importe, pues desde arriba no se distinguía bien.
No cuento esto por que tenga ningún mérito (que no lo tiene) sino por lo singular de la situación: un autobús que se para, baja una señora, coge algo de suelo y empieza a dar voces para llamar la atención de un chico, y cuando lo consigue, le da el dinero que se le ha caído del bolsillo, vuelve corriendo al autobús que se pone en marcha y se va. (¿A que parece una escena de película cómica?).
Y recordad: Si a los ensayos queremos asistir, a la Escuela de Música debemos acudir.
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