Hay que predicar con el ejemplo

Eso me he dicho a mí misma, cuando esta mañana en el ensayo, Paco ha dicho que podíamos tocar alguno de los pasodobles de los toros y me he dado cuenta de que no los llevaba. ¡Y eso que lo dejé bien claro aquí!. En cambio Leyla, que tiene una especial tendencia a dejarse algunas partituras en casa, los llevaba. ¡Bien por ella y fatal por mí! Ahora mismo los meto en la carpeta para que no me vuelva a pasar.
Hacia la mitad del ensayo, hemos salido al patio (aprovechando que lo tenemos) para desfilar y sincronizar los movimientos, sobre todo los giros, que no es algo que se nos diese muy bien, que digamos. Pero esto va a cambiar, y en el próximo pasacalles, y sobre todo en el paseillo de los toros, iremos como uno solo. Espero.