Parece que ayer no se me hizo mucho caso y al ensayo sólo acudimos doce y el director, pero bueno, que fuéramos tan pocos sirvió para que se trabajase de forma mas individual, lo que, al menos en mi caso, me pareció muy provechoso.
Por la tarde fui a ver a los chicos de la FunBand y el resto de agrupaciones que participaban en el evento charanguero. No se si será la edad o la sensibilidad de mis oídos, pero resultó demasiado ruidoso para mi gusto. Entre los grupos, los hay buenos y no tan buenos. De algunos, sólo se reconocía lo que tocaban por lo que cantaba el que llevaba el megáfono; otros sonaban mejor, pero el ruido general no permitía apreciarlo demasiado.
La gente se lo pasaba muy bien, así que tengo asumido que el problema lo tengo yo. De hecho, aunque me gustan, en un principio, no puedo estar mucho tiempo escuchando los tambores en la concentraciones de Semana Santa, porque me entra dolor de oídos y de cabeza.
Los nuestros, como siempre, hicieron un excelente papel y se divirtieron, pese a algún incidente de las chicas con el típico "plasta" que no sabe beber y se toma confianzas, intentando tocar los instrumentos y acercándose mas de lo debido y que salió escaldado y teniendo que pedir disculpas (¡no sabía él cómo se las gastan nuestras féminas en ocasiones así!).
Aquí dejo dos fotografías: una es mía y en ella no sale Lucas porque había estado por la mañana, se fue a jugar un partido de fútbol y volvió para las actuaciones de la tarde (¡olé!), pero sí en la otra, tomada prestada de un medio de comunicación.
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